Sant Jordi 2011 (2ª parte)

Como ya dije, mis libros de Sant Jordi no se acababan en el post anterior, porque me quedaban un par de amiguetes por ver y que me dieran sus respectivos libros, y viceversa. Aquí están los otros dos libros que he recibido por Sant Jordi este año:

El amanecer de los conejitos suicidas, de Andy Riley. Este es el tercer libro de una serie de viñetas bastante conocida (yo no tengo los dos anteriores, pero da igual, la premisa es la misma). Un bonito regalo de mi twin Yishana y Querdelf, el elfo del siglo XXI que en realidad vive atrapado en 1995. Estos tiernos y adorables conejitos desean abandonar este mundo a toda costa, y no dudarán en intentarlo por todos los medios, aunque sea de la manera más rebuscada. Como reza el comentario de la contraportada, «no debería ser divertido de ninguna manera, pero lo es», y mucho, subrayo yo misma tras echar un vistazo a algunas de las páginas de este cómic.

Under the Dome, de Stephen King, que me ha regalado con todo el cariño mi querido primo Kamechan. Del argumento, ni idea, pero ya lo veré cuando lo lea. Seguro que estará cuanto menos, entretenido. No sé si al resto de los de mi generación os pasaría lo mismo, pero cuando yo iba al instituto entre todos los de la clase parecía haber un consenso general de que Stephen King era lo más. La mayoría no leían mucho por placer más allá de las lecturas obligatorias que nos mandaban, pero cuando lo hacían, leían a Stephen King, y les encantaba Stephen King. Yo era la que más leía de toda mi clase con diferencia, pero nunca llegué a leer nada suyo, a pesar de que tenía bastantes ganas de hacerlo por todo lo que oía (nunca me compraba libros, no lo necesitaba, porque mi casa ya estaba llena de ellos de antemano, así que leía lo que tenía en casa; había más de 1000 libros pero ninguno era de este señor, qué le vamos a hacer). La verdad es que con los años me aficioné a otras cosas y no volví a pensar en el tema, pero ahora que tengo este librito, mira por donde, voy a empezar. Además, Kamechan sabe que me encanta leer en VO y me lo ha regalado en inglés, qué apañado. Y además, es un tocho, y yo amo los tochos. Los libros, cuanto más gordos, mejor.

Por supuesto yo también he regalado mis respectivos libros de Sant Jordi a todos ellos, pero mejor que los reseñen ellos en sus respectivos blogs.